Un atentado se produjo cerca de las 15 horas, cuando bares y comercios de la calle Ibrahim Mounzer en el barrio Ashrafiyeh, en el este de la capital libanesa, estaban repletos de gente. El jefe de inteligencia de las Fuerzas de Seguridad Interior (FSI) del Líbano, en Beirut Wisam al Hassan estaba entre las victimas mortales:
Toda la cuadra quedó convertida en un montón de escombros, hierros retorcidos y vehículos calcinados, con cuerpos mutilados y ensangrentados . Hubo 86 heridos, muchos al borde de la muerte. El objetivo general era sembrar el terror, pero el blanco fue Hassan.
Un coche bomba cargado con unos 30 kilos de explosivos arrasó con varios edificios en el sector cristiano de Beirut y terminó con la vida del jefe del servicio secreto y otras siete personas no menos importantes.
El ataque se produjo un día después de que este general de la inteligencia libanesa regresara de un viaje por Francia, donde había dejado a su esposa e hijos porque venía recibiendo amenazas y presumía que algo de esto le podía pasar.
FUENTE | 19-OCTUBRE-2012
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